Mortero térmico de alta conductividad térmica, que ayuda a transmitir mejor el calor de la calefacción de suelo radiante gracias a que crea soleras más delgadas. Este mortero de base cementosa logra un mejor recubrimiento de los tubos de la instalación debido a la fluidez del producto.

Es un producto compatible con todo tipo de revestimientos superiores como si de un cemento tradicional se tratara. Baldosas, parquet tradicional o flotante, revestimiento plástico, revestimiento textil permeable o impermeable, o suelos y revestimientos autonivelantes con base de resina.

Se prepara y aplica con rapidez pues posé una propiedad autonivelante gracias a la cual no será necesaria ninguna tarea posterior de alisado o nivelado, ofreciendo como resultado una superficie perfectamente plana y lisa que además seca muy rápido, tras 24 horas.

Estamos ante un mortero especialmente pensado para revestir instalaciones de suelo radiante pues el mortero térmico garantiza un reparto uniforme de la temperatura en toda la solera, sin que se acumule en la parte inferior como en las soluciones tradicionales. Puesto que el suelo radiante es uno de los sistemas de calefacción en auge por su eficiencia energética y su desapercibida presencia bajo el suelo que evita tener que instalar radiadores o grandes aparatos que obstaculizan visualmente los espacios y ambientes y ensucian la decoración de un hogar.

A todo lo anterior se suma el hecho de que con este tipo de mortero se crea una superficie o solera mucho más fina, que permite una regulación más precisa de los sistemas de calefacción radiante y mejorando el rendimiento energético de esa instalación. Además, este mortero absorbe rápidamente el calor de los tubos radiantes, transmitiéndolo al pavimento casi de forma instantánea, por lo que notaremos el calor mucho antes que con otro tipo de revestimientos.

Para su aplicación, aunque es más sencilla que la de otros cementos por su propiedad autonivelante, es conveniente acudir a un profesional con conocimientos en albañilería. El mortero se vierte para realizar la solera, pero antes hay que proteger las paredes y los bordes con plásticos y sellar las ventanas para evitar que entren el aire y la luz solar. Una vez realizada la solera se debe aplicar sobre el mortero fresco un producto de curado para lograr un perfecto acabado.