Formación de pendientes para terrazas
Aunque lo parezca, no es una contradicción hacer pendientes en una cubierta plana, puesto que se consideran planas cubiertas con inclinación hasta del 5% como máximo.
La formación de pendientes en cubiertas planas se realiza mediante toques que marcan la inclinación y un relleno de espesor variable (con materiales aligerados) que conforman la pendiente con la función de favorecer la escorrentía y evacuación del agua en la cubierta.

Este tipo de cubierta mantiene los mismos requisitos sobre el estado del soporte comunes a todas las impermeabilizaciones (limpio, seco, libre de aristas, rebabas, elementos agresivos u oquedades).
Con los actuales materiales de construcción resulta muy complicado conseguir toda una superficie real al 0%, siempre hay lugares en los que se forman retenciones de agua, charcos.
Estas retenciones permanentes, hasta su evaporación, en cubiertas impermeabilizadas generan:
- En el caso de membranas vistas, autoprotegidas, que quedan a intemperie y a pleno sol, las retenciones de agua favorecen la proliferación de organismos heterótrofos y la acumulación de sedimentos. Estos microorganismos son perjudiciales para cualquier superficie, ya que excretan ácidos orgánicos al medio. Este ataque químico, puede producir los cráteres, grietas y erosiones que pueden observarse en las zonas donde se forman retenciones de agua.
Además el ataque químico constituye un eficaz absorbente de los plastificantes, vital componente de muchas láminas. También estos charcos a pleno sol actúan como lupas que acortan la vida de las membranas impermeables.
- En el caso de membranas cubiertas por capas no cohesionadas (gravas, paneles aislantes, losas filtrantes u otros similares) problemas de salubridad, formación de hongos, bacterias u otros.
- En el caso de membranas cubiertas por capas cohesionadas que permitan pequeñas filtraciones, las retenciones de agua en cubiertas sin drenaje positivo provocan sobresaturación de los materiales porosos que en invierno con heladas aumentan su tamaño y pueden bufar el pavimento. También favorece la cristalización de sales solubles en las superficies con sus habituales formas geométricas que parecen flores, de ahí el nombre de esta lesión: eflorescencias.
Estas cubiertas suelen ser transitables y visitables, la presencia de agua retenida no promueve su uso.
La retenciones de agua, charcos, sobre membranas de caucho EPDM no degradan la membrana ni le provocan migraciones. Disponen de ensayos de resistencia microbiana. Estas membranas son habitualmente usadas incluso en grandes embalses de agua con permanente presencia de agua, inmersión, bajo presión de columna de agua y con zonas a intemperie (taludes y coronaciones).
Pese a que la lógica recomienda la formación de pendientes en cubiertas planas, el sistema de impermeabilización con EPDM admite el uso o no de pendientes, dejando la decisión final en la elección de las especificaciones para la cubierta bajo la responsabilidad del propietario de la instalación y de sus diseñadores profesionales.
